El cristianismo nos revela parcialmente el misterio de la vida y de la muerte, y nos promete algo indescriptiblemente maravilloso si encaminamos nuestra vida según su mensaje. Pero al contrario que en otras religiones en las que la persona adapta las enseñanzas a su gusto y no existe sacrificio personal, en el cristianismo es la persona la que tiene que adaptarse al mensaje, y el sacrificio existe ya que el mensaje cambia radicalmente su vida. Nunca ha sido fácil ser cristiano y en la actualidad sigue siendo una tarea llena de dificultades, es por ello que conseguir una fe verdadera y sincera es tan complicado. Sin embargo si nos adentramos en las Sagradas Escrituras el mensaje es claro y conciso, no hay malentendidos al respecto. Veamos un pasaje de la carta que el apóstol Pablo escribe a los Hebreos.
Hebreos 12,1
1 Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante,
Curiosamente en la versión original de Hebreos 12,1, escrita en el griego de la época, la palabra carrera es traducida como " agona", término del cual deriva la palabra agonía. Está claro por tanto que no cualquiera puede ser cristiano. El cristiano está sometido a tribulaciones constantes durante toda su vida y no se queja por ello si no que con paciencia corre hacia su destino.
En otro pasaje del Evangelio también Jesús hace hincapié en el sacrificio que supone ser cristiano.
Marcos 8,34
34 Y llamando a la gente y a sus discípulos, les dijo: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.
Sin embargo una vez entendido el mensaje de Cristo en su totalidad y teniendo una fe sincera y verdadera esta agonía de la que nos habla el apóstol Pablo se transforma en el reconocimiento que nos tiene Dios.
Veamos otro pasaje en el que Jesús pone de manifiesto esta afirmación.
Mateo 11,28-30
28 Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.
29 Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas;
30 porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.
Pero es muy importante tener en cuenta que la fe es la clave para entender el mensaje del Evangelio y sin ella veremos el cristianismo como una religión más, o mejor dicho como la religión que más sacrificios supone y por ello la menos interesante desde la perspectiva del egoísmo personal.
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