REFLEXIONES. EL MAESTRO (I)

Aquella mañana, maestro y alumno caminaban juntos hacia el mar formando un único ser. En la orilla de aquella tranquila y solitaria playa, la fría brisa de noviembre lo envolvía todo, y el suave susurro de las olas golpeaba la fina arena, transmitiendo una calma eterna.
En la mente de aquel hombre, sentado bajo el radiante cielo azul y rodeado de un ambiente que invitaba a la reflexión, dos voces, la del maestro y la del alumno, comenzaban un arduo debate sobre temas que en la época que le había tocado vivir parecían tan lejanos y extraños que pocas eran las personas que osaban recorrer aquella senda que se asemejaba por su dificultad al laberinto del minotauro.
Sin embargo, aquel espíritu inquieto había comenzado su camino años atrás y ya no iba a detener su movimiento hasta el fin de su tiempo.

- Maestro, ¿cómo quieres que me plantee mi existencia en esta sociedad en la que el relativismo lo inunda todo?

- En esta vida tienes dos caminos a seguir, el de la sabiduría o el de la ignorancia, no importa el momento histórico y social que te halla tocado vivir, la elección es inevitable.

- Quiero seguir el camino de la sabiduría pero no se de que forma
puedo comenzar.

- Empieza por el principio, y procura llegar lo más lejos que te permita el tiempo. Construye los cimientos del espíritu y crece sobre ellos, pero no cometas el error de construir sobre lodos, sino que construye sobre tierra firme, porqué de lo contrario ante cualquier contratiempo todo puede venirse abajo como si de un castillo de naipes se tratara. Debes saber cual es tu origen y cual tu destino, y debes descubrir también la manera de unir esos dos puntos tan iguales y dispares a la vez. Voy a explicarte mi particular visión de esos puntos y de la línea que tarde o temprano los ha de unir.
Todo comenzó hace algunos años cuando en un momento concreto de mi vida decidí elegir el camino de la sabiduría, para unir los puntos de los que te he hablado antes. Hasta aquel momento mi vida había discurrido de manera sencilla y mundana, sin grandes reflexiones, todo en mi espíritu giraba en torno a los sentidos y a las emociones. A consecuencia de ello mi espíritu se encontraba sumido en un profundo sueño del que ni siquiera era consciente. Llegaron entonces a mis manos una serie de libros que poco a poco despertaron a mi espíritu del profundo sueño en el que se encontraba, y tras sucesivos intentos al final consiguieron su objetivo.
En el primer estadio de este camino busqué mi origen. Como tú bien decías, estamos inmersos en una sociedad profundamente relativista, en la que cualquier principio se puede cambiar y modificar a nuestro antojo simplemente con la débil fuerza de la duda. Es posible que algunas personas piensen que no somos más que materia en movimiento, que procedemos de la nada y que nos dirigimos hacia la nada, que nuestra existencia no tiene un porqué y que no hay explicación a nuestro origen y a nuestro final. A pesar de que estas ideas llenan todos los espacios de esta sociedad y de nuestras vidas, existen indicios que pueden mostrar mucha luz sobre el oscuro enigma de nuestra existencia.

-
Pero maestro, estos temas que pretendes tratar sobrepasan a la razón y todo lo que la sobrepasa es pura hipótesis.

- No olvides que no sólo la razón es capaz de guiar nuestros pasos, la fe es también suficientemente poderosa como para indicarnos la senda.
Empezaré por el principio. Mi mente al igual que la tuya utiliza la razón y los sentidos como única base de apoyo para nuestras ideas, porqué así hemos sido educados, pero si elegimos el camino de la sabiduría descubriremos grandes tesoros ocultos en la historia que, a través de la fe ampliarán nuestras miras.
Los límites de la razón y de los sentidos son claramente manifiestos, y una vez alcanzados esos límites si no recurrimos a otros métodos no podemos continuar.
Todos mis pensamientos empezaron a girar en torno a mi persona, ¿es posible que mi existencia se hubiera producido de forma espontánea?, ¿alguna fuerza rige mi destino?, ¿soy dueño de mi destino?, en fin una serie de preguntas que intenté responder de la manera que a continuación te voy a explicar.
Por un lado utilicé la razón y por otro la fe, sí ese término abstracto, difícil de definir pero que existe, y que es el camino a seguir cuando traspasamos los límites de la razón. Empecé pues, planteándome como dijo Descartes “pienso, luego existo”. Si yo existo, no puedo dejar de existir para volver a existir después, por lo que tiene que haber alguna cosa que me permita existir. No está en mis manos el existir, no lo puedo cambiar a mi antojo, ni lo puedo controlar, pues ¿qué o quién lo controla entonces? Llamaron poderosamente mi atención las tesis de Santo Tomás de Aquino, a las que me voy a referir enseguida, pero no sin antes abrir el planteamiento de la existencia a través de la fe. Existen unos libros que hablan de Dios, el Creador, hablan de cómo Dios revela su existencia a los hombres, esos libros son el antiguo y el nuevo testamento. En esos libros se habla de Dios como el creador de todo y como el origen y el fin de nuestro camino. Llegados a este punto retomaré las tesis de Santo Tomás que tanto llamaron mi atención y que hablaban de la existencia de Dios, unas tesis basadas en los pensamientos del filósofo griego Aristóteles. En resumen una conjunción entre fe y razón que me pareció muy adecuada para aportar algo de luz al misterio de la existencia. La primera de las cinco pruebas de la existencia de Dios presentadas por santoTomás de Aquino es la del movimiento, que se encuentra en Aristóteles y fue utilizada por Maimónides y por san Alberto Magno. Sabemos por la percepción sensible que algunas cosas del mundo se mueven, que el movimiento es un hecho. “Movimiento” se entiende aquí en el amplio sentido aristotélico de paso de la potencia al acto, y santo Tomás, siguiendo a Aristóteles, argumenta que una cosa no puede ser reducida al acto desde su estado de potencia a no ser por algo que esté ya en acto. En ese sentido, “todo lo que se mueve es movido por otro”. Si ese otro es a su vez movido, debe ser movido a su vez por otro agente, y como una serie infinita es imposible, llegamos al fin a un motor no movido, a un primer motor, “y todos entendemos que ese primer motor es Dios”. Santo Tomás llama a ese argumento la via manifiestior. En la Suma contra los gentiles lo desarrolla con considerable extensión.La segunda prueba, que le es sugerida por el libro II de la Metafísica de Aristóteles, y que fue utilizada por Avicena, Alain de Lille y san Alberto, toma también su punto de partida en el mundo sensible, pero esta vez en el orden o serie de las causas eficientes. Nada puede ser la causa de sí mismo, porque, para serlo, tendría que haber existido antes de sí mismo. Por otra parte, es imposible proceder al infinito en la serie de causas eficientes; así pues, debe haber una primera causa eficiente, “a la que todos los hombres llaman Dios”.. La tercera prueba, que Maimónides tomó de Avicena y desarrolló por su parte, se basa en el hecho de que algunos seres empiezan a existir y perecen, lo que muestra que pueden ser y no ser, que son contingentes y no necesarios, puesto que si fueran necesarios siempre habrían existido, y ni empezarían a ser ni perecerían. Santo Tomás arguye entonces que debe haber un ser necesario, el cual es la razón de que los seres contingentes lleguen a existir. Si no hubiera ningún ser necesario, no existiría nada en absoluto.. La cuarta prueba está sugerida por algunas observaciones de la Metafísica de Aristóteles, y se encuentra substancialmente en san Agustín y en san Anselmo. Toma su punto de partida en los grados de perfección, de bondad, verdad, etcétera, en las cosas de este mundo, que permiten formular juicios comparativos tales como “eso es más bello que esto”, o “esto es mejor que aquello”. Suponiendo que tales juicios tienen un fundamento objetivo, santo Tomás argumenta que los grados de perfección implican necesariamente la existencia de un óptimo, un máximamente verdadero, etcétera, lo cual será también el ser supremo (maxime ens).. La quinta vía es la prueba teológica, por la que Kant sentía un considerable respeto en razón de su antigüedad, claridad y poder persuasivo, aunque, de acuerdo con los principios de la Crítica de la razón pura, se negase a concederle carácter demostrativo .Santo Tomás argumenta que observamos objetos inorgánicos que operan por un fin, y como eso ocurre siempre, o muy frecuentemente, no puede deberse al azar, sino que debe ser el resultado de una intención. Pero los objetos inorgánicos carecen de conocimiento: no pueden, pues, tender hacia un fin a menos que sean dirigidos por alguien inteligente, “como la flecha es dirigida por el arquero”. Así pues, existe un Ser inteligente, por el cual todas las cosas naturales son dirigidas a un fin; et hoc dicimos Deum. En la Suma contra los gentiles el santo formula el argumento de un modo algo distinto, diciendo que cuando muchas cosas con cualidades diferentes e incluso contrarias cooperan hacia la realización de un solo orden, la razón debe verse en una Causa inteligente o Providencia: et hoc dicimus Deum. Si la prueba tal como se presenta en la Suma teológica subraya la finalidad interna de un objeto inorgánico, la presentada en la Suma contra los gentiles subraya la cooperación de muchos objetos en la realización del orden o armonía únicos del mundo Por sí misma la prueba conduce a un Proyectista, o Gobernador, o Arquitecto del universo, como observó Kant; se requiere un razonamiento ulterior para mostrar que ese Arquitecto no es meramente Demiurgo, sino también el Creador.

- Maestro, si he entendido bien ¿quieres decir que no tiene el hombre el poder supremo, sino que es Dios el artífice de todo lo que nos rodea? Eso es imposible, no hay señales concretas y palpables de que eso sea así.


CONTINUARÁ

"El corazón tiene razones que la razón no comprende".
Blaise Pacal


"Que Dios nos conceda a todos avanzar por la fe y no por la visión, y vivir en el pasado y en el futuro, y no en el presente".
John Henry Newman



"Las más grandes almas son capaces de los más grandes vicios y las más grandes virtudes, y los que no marchan más que muy lentamente pueden avanzar mucho más, si siguen siempre el camino recto, que los que corren alejándose de él".
Descartes



"Sin la filosofía, nadie puede hablar con amplitud y abundancia sobre temas de envergadura y variedad".
Cicerón



"El más aterrador de los males, la muerte, no es nada para nosotros, porqué cuando nosotros somos la muerte no es y cuando la muerte está nosotros no somos".
Epicuro



"Alguno se estima atrevido cuando con otros se compara. Algunos creo que hubo tan discretos que no acertaron a compararse sino a sí mismos".
Miguel de Cervantes


"Al que aguarda le sucede lo que aguarda y al que espera le sucede lo inesperado".

Heráclito


“La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre: por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida”.
Miguel de Cervantes


“Es mejor corregir tus propios fallos que corregir los de los demás”.
Demócrito


“La pobreza no viene por la disminución de las riquezas, sino por la multiplicación de los deseos”.
Platón


“Cuivis potest accidere, quod cuiquam protest”.
“A cada cual puede suceder, lo que puede suceder a alguno”.
Publilio


“Ni envidiado, ni envidioso”
Fray Luis de León


"Casi todos luchan entre el temor de la muerte y los tormentos de la vida; son desventurados que ni quieren vivir ni saben morir. Hazte grata la vida, cesando de inquietarte”.
Séneca


“No hay rey, que no descienda de esclavos, ni esclavo que no descienda de reyes”.
Platón


“Los placeres que el cuerpo nos procura son todo lo contrario del placer cuando la sabiduría no les pone límite”.
Séneca


"Es imposible convencer a alguien mediante razonamientos de que cambie una convicción a la que no ha llegado mediante el razonamiento".
Karl R. Popper


"La virtud de un hombre no debe medirse por sus esfuerzos, sino por su actividad habitual".
Blaise Pascal


“Las riquezas del sabio están bajo servidumbre; las del necio, en el poder”.
Séneca


"El silencio eterno de estos espacios infinitos me espanta".
Blaise Pascal


“No quiso la lengua castellana que de casado a cansado hubiese más de una letra de diferencia”.
Lope de Vega


"El arte de la sedición, de trastonar los estados, consiste en atacar las costumbres establecidas, examinándolas hasta su origen, para hacer observar que carecen de autoridad y justicia".
Blaise Pascal


“La vasija que de nueva se empapó de un perfume, largo tiempo lo conservará”
Horacio


“Formidable es la valentía provocada por la desesperación”.
Séneca


“La muerte no viene toda a la vez: la que se nos lleva es la última muerte”.
Séneca


"Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres"
Jesús de Nazaret


"No, no hay salida. No hay un cielo con un pequeño infierno en su interior. Ni hay forma de guardar este o aquel rasgo del demonio en nuestros corazones o nuestros bolsillos. Satanás debe salir, hasta el último pelo, sin dejar la menor huella".
George MacDonald


"No existe nada que se encuentre por completo en nuestro poder aparte de nuestros propios pensamientos".
Descartes


"Son muchos los senderos que llevan a Dios, no te los cierres con el odio y la venganza".
De la película Ben Hur




Alfonso
“Ciertamente, todo lo que hasta ahora he admitido como lo más verdadero lo he recibido por medio de los sentidos; pero he descubierto que éstos me engañan a veces, y es prudente no confiar del todo en quienes nos han engañado, aunque sólo fuera una vez”.
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